No a todo el mundo le ha pasado (esto parece una frase de un libro), pero “¿No te ha pasado que vas hacia un lugar que no conoces y empiezas a dar vueltas y vueltas, y al final el lugar estaba en frente de ti?” Bueno, de esta manera solemos ser en nuestra vida cristiana. Nos dirigimos hacia un lugar y una meta (perfeccionarnos para Cristo, seguir sus pasos, ser íntegros y santos para alcanzar vida eterna), pero al parecer nos entretenemos en tantas cosas que empezamos a dar vueltas y vueltas y no avanzamos a ningún lugar. Mayormente,nosotros mismos provocamos estas paradas y somos los que nos perdemos en el camino y empezamos a dar vueltas en un mismo lugar sin sentido alguno ¡Y pensamos que estamos avanzando!
Los seres humanos solemos tener en nuestra vida: Consecuencias (el resultado de nuestras malas decisiones, son provocados por nosotros mismos y tenemos siempre que afrontarlos), las pruebas (aquellas situaciones que Dios provoca para examinar nuestra fe, siempre sirven para crecimiento espiritual y para probar nuestra fidelidad a Dios), y las tentaciones (aquellas situaciones provocadas por Satanás con el fin de hacer flaquear nuestra fe y de que le fallemos a Dios;también aquellas situaciones provocadas por nuestra propia concupiscencia). Como mencione antes, muchas de las cosas son provocadas por nosotros mismos (la mayoría en realidad); pero ahora quiero explicarte como caemos ante las tentaciones de Satanás una y otra vez todo el tiempo, y nos dejamos envolver en un infinito circulo de pecado, que se repite una y otra vez. Nuestro enemigo,utiliza siempre el mismo método (¡por eso su poder es limitado!). Si te fijas son las mismas tentaciones, en diferentes periodos de tiempo. Los cristianos tenemos que enfrentar este círculo y decidir romperlo, los que no son cristianos viven en el círculo del pecado siempre, algunos quieren salirse pero hasta que no decidan dejar el pecado aceptando a Cristo como su Salvador y Redentor siempre estarán dando vueltas en el mismo lugar.
- Te presenta el pollo que te aleja de Dios.
- Te cansas del pollo, y ahora aunque te lo presente sigues firme.
- Ahora el cambia el pollo, y pone pavo que te hace alejar de Dios
- Te cansas del pavo, y ahora aunque te lo presente sigues firme.
- Ahora ni el pollo ni el pavo. Eres firme en el Señor.
- Pues el cambia el pollo y el pavo, y te pone codornices que ahora te alejan de Dios.
- Te cansas de las codornices, y ahora aunque te lo presente sigues firme.
- Ahora el vuelve todo el proceso, y empieza con el pollo otra vez. Y tú empiezas a caer con el pollo como al inicio.
Satanás suele usar un ciclo en sus tentaciones, porque llega un momento en que por nosotros no fortalecernos en todo terreno nos olvidamos de las primeras tentaciones y volvemos a flaquear en lo que fallábamos al principio. Ejemplo de lo que es dar vueltas en el mismo lugar es el pueblo de Israel que pasó 40 años dando vueltas en el desierto, todo por causa del pecado de su generación (el Señor les dijo que hasta que no muriera toda la generación perversa no entrarían a la tierra prometida).Al parecer, también a nosotros nos gusta el ciclo vicioso, ya que siempre entramos a las propuestas del enemigo. Pero no solo eso, seguimos dándole vueltas a las consecuencias de nuestras malas decisiones y nunca decidimos resolverlas y ponerles fin. Y también con las pruebas, al parecer siempre estamos reprobando.
Creo que es tiempo de decidir, si seguir en el círculo vicioso de Satanás o empezar a subirla escalera hacia el cielo y la vida plena, íntegra, santa y un camino a alcanzar la vida eterna.
¡Tiene que haber un momento que te des cuenta que estás dando vueltas! En ese momento debes detenerte, tomar consciencia y decidir romper el ciclo y empezar a caminar hacia la meta. ¿Cómo puedes hacer esto?
Te doy un ejemplo de cómo, en Deuteronomio 1:2 Moisés entra en consciencia al pueblo diciéndole que el viaje que ellos están haciendo tomaba alrededor de 11 días (¡11 días y tardaron 40 años!). En Deuteronomio 2:3 Moisés habla al pueblo de parte de Dios y les dice: “¡Bastante han rodeado este monte!”. El Señor le dice al pueblo ya basta de dar vueltas, es tiempo de que vayan a la tierra prometida.
En conclusión,quiero que entiendas que debemos darnos cuenta cuando estamos dando vueltas. Y resolver este asunto de inmediato para no quedarnos estancados. Lleva esto en tu corazón:
- Toma consciencia que estás dando vueltas en el mismo lugar, y siempre vuelves y caes en las mismas tentaciones.
- Examina el camino que habías seguido y date cuenta el tiempo perdido.
- ¡Decídete a avanzar! Empieza tu camino a superar las pruebas, a superar las consecuencias de tus actos, y resistir las tentaciones de Satanás no importa las veces que se presenten.
- ¡Comienza a actuar! Decidirte y caminar no es lo mismo. Luego de decidir a avanzar, ahora tienes que empezar a hacerlo.
Algunas pautas sencillas que puedes usar para actuar:
- Ora por ello. Preséntale a Dios la situación, y pídele fuerzas para poder vencer. ¡Pide su ayuda divina, solo no podrás!
- ¿Qué dice la Biblia sobre ello? Debemos leer la Palabra de Dios. Además de la lectura diaria que todo cristiano debe tener, ante una tentación debemos leer qué dice la Palabra sobre ella y qué solución nos da.
- Evita situaciones que provoquen la tentación. Nosotros sabemos cuál es nuestra debilidad, por lo que no podemos provocar por nosotros mismos situaciones que nos hagan caer en tentación, no demos lugar al enemigo. Si la tentación no es provocada por nosotros, nuestra reacción debe ser como la de José, huir de ella. Habrán momentos en que tendremos que ser firmes, y decidir no sucumbir ante ella (solo podremos mantenernos firmes cuando tengamos una relación estrecha con Dios y el Espíritu Santo).
- Busca ayuda, consejería. Existen situaciones en la que solos no podremos lidiar, y para ello Dios ha llenado a personas de nuestro alrededor de sabiduría para que nos aconsejen.Ahora, esta de nosotros acudir a ellas y contarles nuestra situación para que nos ayuden. ¡Es un gran paso, pedir ayuda a un hermano! Trae liberación y además no vas a tener la carga solo.
- Eres responsable. Nadie más que tú será responsable de ejecutar lo que Dios y su Palabra te manda. Un hermano en Cristo te puede dar palabras de sabiduría, la Biblia te pueda dar ordenanzas y tu consciencia te puede decir lo que está mal; pero solo tú, hermano, puedes decidir seguir los consejos y obedecer a tu consciencia y la Palabra de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Bendiciones! Cualquier comentario debe ser realizado con respeto, cuidando no ofender al autor o a los lectores de este espacio. Deben ser con criterios fundamentados, que aporten y edifiquen al tema.